Apalancamiento

En el lenguaje económico-empresarial, siempre ha habido algunas palabras, algunos tecnicismos cuyo significado he sido incapaz de retener en la memoria. Palabras como apalancamiento, elasticidad o inflación, entre otras muchas.

Creo que un concepto o una idea no la tienes clara del todo hasta que no eres capaz de explicarselo a alguien y que esa persona lo entienda fácilmente (aunque luego también se le borre de la mente y no la recuerde).

Esto me ha pasado recientemente con el apalancamiento.

El apalancamiento es el uso de la deuda para aumentar los beneficios de una compañía. Por ejemplo, una empresa pide prestados 1 millón de euros, al 7% de interés. Si invierte ese dinero, y gana un 10% con la inversión, habrá ganado un 3% más que su coste de capital (10% – 7% = 3%). Serán 30.000 euros que irán a la cuenta de resultados, aumentando el beneficio de la compañía.

Otra forma de usar el apalancamiento es en la compra de compañías, en lo que se conoce como «compra apalancada». Consiste en invertir en una empresa con dinero prestado por el banco. Si quieres invertir 100.000 euros en comprar acciones de una empresa, pides ese dinero prestado al banco y los dividendos de las acciones de la compañía que acabas de comprar irán pagando el préstamo al banco, por lo que has comprado una empresa (o una parte de ella) sin necesidad de invertir tu propio capital.

El apalancamiento es, ni más ni menos, que el sistema que utilizan los bancos para ganar dinero. Piden dinero a otros bancos, o a los bancos centrales, y lo prestan a los ciudadanos y empresas a un interés mayor del que pagan ellos. Esa diferencia de intereses es lo que hace a los bancos ganar tanto dinero (entre otras muchas prácticas más o menos polémicas de las que ya iremos hablando…)