Llevo tiempo queriendo escribir un post sobre mi situación en el mundo empresarial, y de hecho lo he intentado un par de veces, pero cuando veo que más que un artículo parece que estoy escribiendo un libro, lo he borrado y he dicho «esto es muy complicado»…
A finales de 2008 tenía un puesto de trabajo con contrato indefinido en una de las mayores empresas de Canarias, acababa de terminar la carrera hacía poco, y estaba estudiando un Máster en Comercio Internacional. Entonces, no sé muy bien cómo ni por qué, se apoderó de mí ese espíritu emprendedor que todavía no me ha abandonado, ni creo que lo haga nunca.
Dejé la empresa en la que trabajaba, y sin apenas ahorros y sin haber puesto un duro para el proyecto, mi socio y yo montamos M y M Soluciones para Empresas. Cómo leí en un Tweet hace poco, engañamos al banquero para poder arrancar.
Podría pegarme horas escribiendo sobre lo que hicimos mal, que fue mucho, y sobre lo que hicimos bien, que por lo que se ve también fue bastante (si no, no seguiría viva la empresa) pero lo que quiero transmitir con este artículo es esa extraña sensación contradictoria de orgullo y a la vez vergüenza, que siento al decir “tengo una empresa que monté hace unos años, pero la gestiono en mi tiempo libre porque tengo que trabajar para otra empresa porque la mía no da para poder vivir”.
¿De quién es la culpa de que no dé para vivir? ¿De la crisis? ¿De cómo hemos hecho las cosas? ¿De los errores que cometimos al principio, y seguimos cometiendo?
La verdad es que la idea de tener una empresa propia, y trabajar a su vez para otra no es mala, de hecho es lo que hace uno de mis “ídolos” o “modelo a seguir”, Bernardo Hernandez, fundador de unas cuantas empresas (Idealista, Floresfrescas, Stepone…), y a la vez, director mundial de productos emergentes de Google.
Como conclusión a todo esto, he de decir que estoy súper orgulloso de haber creado de la nada una empresa, que tres años después sigue dando guerra en el mundo del regalo promocional y la formación, y por otro lado estoy también orgulloso de trabajar como analista financiero en una gran empresa como es el Grupo Faycan-Hertz Canarias.
No sé lo que me deparará el futuro, pero lo que tengo claro es que M y M Soluciones no será mi único proyecto como emprendedor, y ya estoy dándole vueltas a un par de ideas para compaginarlas con mi actual puesto de trabajo en Faycan, y con la gestión de M y M Soluciones.